Valeria Llaneza, el camino entre Haedo y Broadway

VALERIA LLANEZA.

Es una destacada actriz argentina de comedia musical que en 2015 dejó el país en busca de un sueño: construir una carrera actoral en Nueva York. Con el dolor de la partida, pero convencida de que valía la pena intentarlo, decidió dejarlo todo para instalarse, formarse y trabajar en la escena teatral neoyorquina. En ese camino, enfrentó obstáculos como la adaptación cultural, las exigencias del medio artístico y las dificultades económicas. Su testimonio da cuenta de la determinación y vocación necesarias para abrirse paso en una industria competitiva, lejos de sus raíces.

Desde el oeste del conurbano bonaerense hasta el corazón del teatro musical mundial, la trayectoria de Valeria Llaneza es la de una artista argentina que construyó su lugar en Broadway a base de formación, trabajo constante y una determinación infrecuente. Nacida en Haedo en 1986, Llaneza creció entre clases de actuación, estudios académicos y una vocación clara por el escenario. Hoy, con casi una década de residencia en Nueva York, se ha convertido en una de las pocas intérpretes argentinas con presencia sostenida en la escena teatral más competitiva del mundo.

Se formó en la Universidad del Salvador, donde obtuvo el título de licenciada en Artes Dramáticas y profesora de actuación. Complementó esa formación con maestros de trayectoria, como Julio Chávez, y trabajó en producciones teatrales en Buenos Aires, incluyendo musicales en calle Corrientes y espectáculos para público infantil. Pero fue a los 28 años cuando tomó una decisión que marcaría un punto de inflexión: emigrar a Estados Unidos para realizar un posgrado en comedia musical.

En Nueva York, aunque su inserción no fue inmediata, supo cómo abrirse paso en compañías independientes del circuito off-Broadway. Con el tiempo, las oportunidades llegaron y crecieron. En 2022 fue reconocida como Mejor Actriz de Comedia Musical por su papel en “No me arrepiento”, obra presentada en el Teatro Julia de Burgos. La premiación marcó un hito en su carrera, no solo por el galardón, sino porque consolidó su presencia en un ámbito donde la competencia es feroz y el acceso para actrices extranjeras, limitado.

Llaneza ha contado en distintas entrevistas que su formación actoral continúa incluso como espectadora. Ha presenciado funciones con artistas consagrados como Barbra Streisand, Glenn Close o Patti LuPone, a quienes considera verdaderos referentes. “Cada función es una clase”, dijo. Durante la pandemia, participó de proyectos teatrales virtuales, como la “Maratón de Monólogos”, y exploró nuevos formatos escénicos en tiempos de aislamiento.

Aunque su vida profesional transcurre hoy en Estados Unidos, la conexión con su origen sigue presente. Haedo, dice, sigue siendo su lugar de pertenencia afectiva y el punto de partida de un camino inusual pero posible. Su historia habla de migración, pero también de persistencia y reinvención en un universo artístico exigente.

Valeria Llaneza no es una celebridad en el sentido convencional, pero su recorrido sintetiza la experiencia de muchas artistas que deciden cruzar fronteras no solo físicas, sino también simbólicas: las que separan la formación nacional del reconocimiento internacional. Entre Haedo y Broadway, la distancia parece enorme. En su caso, se transformó en destino.

Mini bio

Valeria Llaneza, nació el 14 de agosto de 1986 en Buenos Aires. A pronta edad, comenzó a sentir pasión por cantar y actuar: los viajes familiares a Mar del Plata y escuchando a Celine Dion marcaron “algo” en ella. Alentada por su padre, comenzó a acompañar cada canción. “Mi familia siempre me alentó”, asegura.

Desde 2015, es una artista argentina radicada en Nueva York, con una sólida formación en teatro musical. Se graduó como licenciada en Arte Dramático en la Universidad del Salvador (Argentina, Buenos Aires). Más tarde amplió su formación en AMDA (The American Musical and Dramatic Academy), Nueva York. Ha desarrollado una carrera que la llevó a presentarse en escenarios y festivales reconocidos internacionalmente. Su trayectoria incluye obras como Sillón de dos cuerpos, El gigante egoísta, Rapiña, cuatro obras de amor y depredación, A tango for Tita, This is us, Trickeration, Barbie, las aventuras de las princesas, Mate a un tipo, Obras cortas de Julio Chavez, Solas pero no tanto, entre otras.

Desde su llegada a Estados Unidos, Valeria ha trabajado como actriz, cantante y asistente de dirección en diversas producciones. Reconocida por su presencia escénica y su capacidad para conectar con el público, Llaneza recibió el Premio ATI a la mejor actriz por sus interpretaciones en No me arrepiento y It’s a Woman Thing (The story of a friendship). Su trabajo combina técnica, sensibilidad y una apuesta constante por crear desde la honestidad y la emoción. En cada proyecto, construye un universo propio donde lo fantástico y lo posible conviven sobre el escenario, guiada por una convicción que atraviesa toda su obra: transformar la experiencia artística en un acto de libertad y autenticidad.

Su historia es el cruce entre la migración cultural, vocación sostenida y conquista de un territorio artístico extranjero. Hace unas semanas, presentó una exhibición fotográfica que da cuenta de su recorrido.