Cada año, el Día de la Mujer Emprendedora nos brinda la oportunidad de celebrar la valentía, la creatividad y el espíritu pionero que definen a las mujeres en el mundo empresarial. Es una jornada para reflexionar sobre los logros alcanzados y, al mismo tiempo, para reconocer los desafíos persistentes que enfrentan las emprendedoras a nivel mundial.
Las mujeres emprendedoras nos destacamos, por nuestra capacidad para identificar oportunidades y convertirlas en empresas exitosas. Su determinación y tenacidad son ejemplares, superando barreras que incluyen la falta de acceso a financiamiento, la desigualdad de género, los estereotipos arraigados y, en ocasiones, una red de apoyo limitada. A pesar de estos desafíos, emergen como líderes visionarias y agentes de cambio en diversos sectores.
Los puntos de dolor que a menudo enfrentan las mujeres emprendedoras son múltiples. En muchos casos, la falta de acceso a capital sigue siendo uno de los mayores obstáculos. Además, suelen tener dificultades para conciliar el trabajo con la vida personal, ya que suelen desempeñar múltiples roles. La discriminación y la falta de redes de apoyo sólidas también impactan negativamente en su desarrollo.
Sin embargo, es esencial destacar la importancia de brindar un acompañamiento efectivo a las mujeres emprendedoras. Esto incluye:
-Acceso a recursos financieros y capacitación: Programas de financiamiento específicos y oportunidades de capacitación que les permitan desarrollar habilidades empresariales, financieras y de liderazgo.
-Mentoría y redes de apoyo: Crear redes sólidas de mentoría y apoyo entre mujeres emprendedoras y líderes consolidadas en el ámbito empresarial. El intercambio de experiencias y conocimientos puede ser fundamental para su crecimiento.
-Fomentar la igualdad de género: Trabajar activamente para eliminar los prejuicios y estereotipos de género en el mundo empresarial, promoviendo entornos equitativos que apoyen el progreso de todas las personas, independientemente de su género.
-Apoyo para la conciliación: Iniciativas que faciliten la conciliación entre la vida laboral y personal, como flexibilidad en horarios o programas de cuidado infantil, para reducir la carga adicional que a menudo recae sobre las mujeres emprendedoras.
-Visibilidad y reconocimiento: Destacar y visibilizar el trabajo de las mujeres emprendedoras, promoviendo sus logros y creando plataformas para compartir sus historias de éxito.
En este Día de la Mujer Emprendedora, debemos comprometernos a ofrecer un apoyo más sólido y significativo a las mujeres que se aventuran en el mundo del emprendimiento. Al hacerlo, no solo fomentaremos la equidad de género, sino que también impulsaremos la innovación y el crecimiento económico a nivel global. Reconozcamos, celebremos y apoyemos a las mujeres emprendedoras, hoy y todos los días. Y recordemos: en una mujer emprendedora encontraremos mares de emociones, a veces marea alta, otras bajas… Por eso es importante trabajar la inteligencia emocional para lograr un desarrollo profesional excepcional.
Por Alejandra Pujó Coach y ceo de Emoción en Movimiento