Planificar un viaje sin contar con todo el dinero es posible

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1. Elegir el destino y definir la temporada: la anticipación es primordial
El primer paso, y quizás el más crucial, es elegir el destino y la época del año en que se quiere viajar. No es lo mismo un viaje a la Costa en enero que una escapada a Bariloche en temporada baja. La flexibilidad en las fechas puede significar un ahorro considerable, especialmente cuando cada peso cuenta.

Temporada baja o media: Viajar fuera de los picos de demanda (vacaciones de invierno, feriados largos, fines de semana XXL) puede bajar drásticamente los precios de pasajes y alojamientos. A veces, unas pocas semanas antes o después de la temporada alta pueden ofrecer un clima copado y precios mucho más accesibles, como por ejemplo ir a la playa en marzo o noviembre, o a la montaña en primavera.

Destinos alternativos: Otra opción son las ciudades o regiones cercanas a los grandes centros turísticos que suelen ser más económicas y ofrecen experiencias auténticas.

2. Pasajes y transporte: el arte de volar sin gastar fortunas
El transporte suele ser uno de los gastos más grandes del viaje. Los programas de millas y puntos se han convertido en una herramienta invaluable para viajar sin afectar el presupuesto.

Compra anticipada: Comprar pasajes con meses de antelación es casi siempre la mejor estrategia. Para vuelos internacionales, lo ideal es buscar entre 4 y 6 meses antes. Para vuelos nacionales, entre 1 y 3 meses. Las aerolíneas suelen tener tarifas promocionales que se agotan rápidamente.

Programas de millas: Como Smiles, permiten acumular millas volando, usando tarjetas de crédito adheridas, comprando en tiendas asociadas o participando en promociones. Estas millas se pueden canjear por pasajes aéreos, que a menudo se vuelven más accesibles que las tarifas pagas, especialmente en rutas internacionales. Es clave estar atento a las promociones de acumulación de millas para maximizar tus puntos. Club Smiles, es el club de millas de Smiles, que permite que todos los meses el viajero reciba una cantidad determinada de millas según la categoría.

Combina millas y dinero: Muchos programas de millas también permiten canjear una parte con millas y pagar el resto con dinero, como es el caso de Smiles & Money . Esta flexibilidad de millas + dinero es ideal para usar las millas que se tienen acumuladas más pesos o dólares, según la preferencia del viajero, para canjear el pasaje.

Cuotas y financiamiento: En Argentina no están autorizadas las cuotas para pasajes internacionales. Una forma de financiar el pasaje, es con Smiles que ofrece el programa “Viaje Fácil”. Esta herramienta permite reservar un pasaje con millas sin tener la cantidad necesaria en el momento de la emisión con hasta 11 meses de anticipación. Se pagan las tasas e impuestos y hay tiempo hasta 60 días antes del vuelo para juntar las millas necesarias. Es ideal para congelar el precio en millas cuando se encuentra una buena oferta y no se tiene los puntos suficientes en el momento. A su vez, si no se puede viajar, solo se pierde el pago inicial, no las millas.

Flexibilidad en fechas y aeropuertos: Ser flexible con las fechas de salida y regreso, incluso por uno o dos días, permite encontrar tarifas significativamente más baratas. Como así también, considerar volar a aeropuertos alternativos cercanos al destino. A veces, un vuelo a una ciudad cercana con un tren o colectivo de conexión puede ser más barato que un vuelo directo al aeropuerto principal.

Transporte terrestre en destino: Una vez en destino, investigar las opciones de transporte público (colectivos, subtes, trenes), suelen ser mucho más económicos que los taxis o alquiler de autos. Si se viaja en grupo o familia, se puede considerar comprar pases de transporte que ofrezcan descuentos por múltiples viajes o días.

3. Alimentación: comer como un local y ahorrar unos pesos
Comer afuera en cada comida puede agotar rápidamente tu presupuesto. Acá te damos algunos tips para reducir los gastos en alimentación:

Mercados y ferias: Al visitar los mercados de barrio o ferias locales, no solo se encuentran productos frescos y a buen precio, sino que también se vive una experiencia cultural auténtica.

Menú del día o “Plato del día”: En muchos lugares, los restaurantes ofrecen menús de almuerzo a precios fijos que son mucho más económicos que las cenas. Esta es una excelente manera de probar la gastronomía local sin gastar una fortuna.

Comida al paso: La comida callejera es una opción deliciosa y económica en muchas partes del mundo. Hay que asegurarse de elegir puestos limpios y con buena reputación.

4. Actividades y excursiones: priorizar y buscar experiencias económicas
Las atracciones turísticas pueden ser costosas. La clave es priorizar qué se quiere ver y buscar alternativas gratuitas o de bajo costo.

Pases turísticos: Se pueden buscar actividades y atracciones en plataformas que permiten “llenar el viaje” con opciones gratis o pagas.

Tours a pie gratuitos (Free Walking Tours): Son una excelente manera de conocer la ciudad y aprender sobre su historia y cultura de la mano de un guía local. Al final, solo pagás lo que consideres justo.

Atracciones gratuitas: Muchas ciudades ofrecen museos con entrada gratuita ciertos días de la semana o en horarios específicos. Si es un destino de naturaleza, hay actividades al aire libre como senderismo, ciclismo o picnics en parques.

Eventos locales: Buscá eventos culturales, festivales o mercados que se realicen durante en el destino, muchos de ellos son gratuitos y brindan una visión auténtica de la vida local.

Los especialistas recomiendan crear un presupuesto detallado que incluya todos los gastos estimados: transporte, alojamiento, comidas, actividades, souvenirs y un colchón para imprevistos. Además, si el viaje es al exterior, el tema del dólar es clave: mantenerse informado sobre los distintos tipos de cambio (oficial, MEP, CCL, “blue”) y cómo impactan en los gastos.

Viajar con un presupuesto limitado no significa sacrificar la calidad de la experiencia. De hecho, a menudo conduce a aventuras más auténticas, a descubrir joyas escondidas y a interactuar más profundamente con la cultura local.