Posicionada como una de las capitales del vino más deslumbrantes del mundo y uno de los destinos turísticos más importantes de Argentina, Mendoza atesora una novedosa opción para quienes busquen llevar la experiencia de la estadía a otro nivel. Chozos Resort llegó al destino con una propuesta de alojamiento única en su tipo, que combina vanguardia y confort con arte, arquitectura y diseño, historia, naturaleza y sustentabilidad de un modo muy particular y totalmente diferente a lo conocido.
Una de las particularidades de este complejo es su ubicación privilegiada, emplazado dentro de Dragonback Estate, una finca de viñedos que, con sus 820 hectáreas cultivadas, se ubica entre las más grandes del mundo. Más precisamente en Alto Agrelo, Luján de Cuyo, en el epicentro de la vitivinicultura mendocina, lo que lo convierte en una opción perfecta para quienes desean realizar la tradicional Ruta del Vino.
Una vuelta a los orígenes con detalles de lujo
La arquitectura ancestral se observa tanto en las técnicas constructivas como en uso de materiales nobles, y en que cada detalle está hecho a mano por artistas locales. Inspirado en las raíces de la arquitectura andina, el proyecto es en sí mismo una obra de arte.
Así fue concebido por el grupo desarrollador del complejo, que convocó al prestigioso artista local Sergio Roggerone para definir esta impronta tan particular.
Así, junto a otros artistas locales, Roggerone es el artífice de las entrañas de Chozos Resort, que en cada rincón reconoce la herencia de los pueblos originarios.
La propuesta habitacional
Los Chozos poseen una estructura metálica de hierro, hormigón y piedra propia de Mendoza que ayuda a imitar la arquitectura vernácula, en esta ocasión no se utilizó adobe como se utilizaba antiguamente.
Sus cúpulas de más de cuatro metros de altura son lo más representativo y llamativo del proyecto.
Los muros de calicanto fueron realizados siguiendo antiguas técnicas de mampostería, una combinación de piedra de canto rodado y ladrillo argamasado con cal.
Y los pisos de ladrillos esmaltados fueron hechos a mano por artesanos locales, en hornos de cerámica.
La idea fue encarnar la herencia de los indios Huarpes rememorando sus casas circulares. Estos aborígenes utilizaban las laderas como paredes, las piedras de la montaña y , cerca de las lagunas, armaban sus chozos con ramas, palos, pasto y totoras. Con una perspectiva ligada a lo sagrado y a la energía vital, el legado de esta tribu se fue transmitiendo de generación en generación y hoy, como un homenaje, se puede apreciar y vivenciar plenamente en la propuesta arquitectónica de Chozos Resort.
Dos opciones integradas al entorno
Se ofrecen Chozos de una y de dos habitaciones y todas las unidades poseen cocina, terraza con vista a la Cordillera, fogonero y minipiscina.
Del mismo modo, en los Glam Camps la máxima sencillez se conjuga con la comodidad y el lujo, con bajo impacto para el medioambiente y en armonía con el entorno.
Los cuatro Glam Camps están inspirados en las canoas que usaban los Uros en el lago Titicaca. Son construcciones pensadas con la sustentabilidad como eje: su recubrimiento exterior está trabajado con barro y juncos y compuesto con más de 1500 totoras enrolladas y trenzadas.
Ningún rollizo se dobla de la misma manera, ninguno tiene el mismo grosor, por ende ningún glam camp es exactamente igual al otro.
Simulando aquellas viviendas construidas por los ancestros de nuestra región, las unidades habitacionales se ubican sobre un cañadón de vegetación natural. Sus terrazas propias cuentan con una inigualable vista a la cordillera, hamacas y duchas interiores y exteriores.
Experiencias que atraviesan los cinco sentidos
A la propuesta se suma un restaurante exclusivo para los huéspedes que ofrecerá cenas y almuerzos -que será inaugurado próximamente-, un área de eventos perfecta para celebrar bodas, reuniones de negocios y congresos, y la posibilidad de realizar diferentes experiencias dentro y fuera del predio.
Entre las actividades indoor, se destacan las clases de yoga, pilates, gimnasia con personal trainer en un entorno mágico, la práctica de mountain bike con recorrida por la finca y las bodegas de Alto Agrelo, tour fotográfico y hasta vuelos en helicóptero, partiendo del mismo predio del resort, que permiten capturar el maravilloso paisaje desde una perspectiva diferente y gozar de las vistas que ofrece la Cordillera de los Andes.
Un párrafo aparte merece el exclusivo spa in room de Chozos Resort, que ofrece variedad de tratamientos de belleza y relax. Cada una de las terapias y los tratamientos corporales que allí se realizan invitan a vivir una experiencia de desconexión absoluta, y se realizan en la intimidad de los Chozos y de los Glam Camps.
Entre las terapias que se pueden realizar son: Chozos Wine Balance Massage (relajación y restauración del balance físico, mental y espíritual), Chozos Deep Tissue Garden Harvest Herbal Massage (liberación de tensiones y dolores musculares pronunciados), Body Polish and Antioxidant Therapy with Wine Seeds (renovación celular y nutrición de la piel) y Signature Massage (relaja tensiones, alivia dolores musculares, libera el estrés físico y emocional y mejora la calidad del sueño), entre otras.
Y para quienes deseen aventurarse más allá del predio, no faltan las propuestas outdoor, como las visitas a bodegas de las distintas zonas vitivinícolas de Mendoza, al Aconcagua, cabalgatas por la finca y alrededores, paseos en globo y parapente, entre otras.
El entorno inigualable de Dragonback Estate
Se consolida y es reconocido como el espacio perfecto y accesible para los amantes de esta noble bebida e inversores que deseen administrar su propia elaboración, eligiendo su nivel de implicación en la producción: hay quienes producen su vino a partir de la selección de uvas y quienes literalmente eligen «ensuciarse las manos en el suelo» y trabajar en la viña aprovechando el expertise de los enólogos de la finca.
Cada rincón de Dragonback invita a reconectar con uno mismo, a disfrutar del entorno y dejarse cautivar por los aromas de la vegetación autóctona. Por eso, en Chozos Resort el relax está asegurado, sumando como plus la comodidad de sus mágicos espacios, que conducen a los huéspedes a una experiencia diferente a todo lo conocido.
Ubicado en Alto Agrelo, Luján de Cuyo, Chozos Resort se destaca por su deslumbrante arquitectura. Más que un alojamiento, este complejo es una verdadera obra de arte, en donde cada detalle está hecho a mano y posee el sello inconfundible del artista mendocino Sergio Roggerone y artesanos locales quienes, inspirados en los pueblos indígenas Uros y Huarpes, utilizaron materiales y técnicas ancestrales y sustentables.
Chozos Resort cuenta con 15 Chozos, 4 Glam Camps, un área de eventos y próximamente se va a inaugurar el restaurante.
Cada uno de estos espacios está pensado para el confort y el placer de los huéspedes, quienes -además- pueden acceder a múltiples experiencias in y out doors.
Yoga, mountain bike, cabalgatas, vuelos en helicóptero, paseos en globo y parapente, visitas a bodegas, son algunas de las opciones disponibles. Y un exclusivo spa in room que ofrece variedad de tratamientos de belleza y relax, completando esta cautivante propuesta.